Me acabo de dar cuenta de algo, apenas soy un retoño. Mi interés en los libros comenzó en este milenio, para ser especifica justo en el momento después de ver la película de Harry Potter y la piedra filosofal. Para mí, antes de Harry Potter, los únicos géneros de libros que existían eran los de educación (matemáticas, biología, ciencias, etc.…), los infantiles (para niños menores a 6 años), y los de superación personal. Siendo sincera, supongo que a la mayoría de los adolecentes están de acuerdo conmigo en esta idea de los géneros.
Pero después de que la serie de Harry Potter termino, sentí un hueco en el pecho, por el abandono de este personaje que me había acompañado por más de 8 años, ¿qué podía hacer?, acepto haber tenido una mente cerrada para los libros, pero ahora me sentía como una drogadicta con varios días sin drogas, me sentía vacía y a la vez llena de ansias por buscar una nueva lectura, desde entonces me he llevado una sorpresa con el gran numero de géneros que existen y ya he probado varios tipos, pero ninguno me había llenado esas ansias como lo había hecho aquel mago. En este preciso momento me di de frente con un libro que había estado guardado en un estante de mi casa. Mi mamá me lo había comprado tratando de que variara mi lectura (“algo mas aparte de Harry...”) y ya que estaban pasando la película en ese entonces la quise verla antes de adentrarme en la lectura, para saber de qué se trataba. Sinceramente no me atrajo en lo absoluto la película y después de darle la oportunidad y leer el prologo, vi que era idéntico que el inicio de la película y me abstuve de seguir leyéndolo, y así se mantuvo inerte en el estante hasta estas vacaciones de inverno en donde por aburrimiento me dedique a buscar algo que hacer y lo encontré debajo de una cubierta de polvo…“Eragon”. Me rendí ante los ojos de Shapira y me sumergí entre las letras, en mi mente emergió un gigante ¡Dios mío!, el libro es una aventura épica de lo más emocionante (muy diferente a la película) y que se aferro a mí como la conexión que tienen Eragon y Shapira. Al terminarlo le rogué a mi mamá que me comprara el libro que continua “Eldest” y a pesar que acepto un poco de mala gana por que no había leído Eragon en quien sabe cuántos años, me costo encontrarlo. En ninguna tienda donde preguntara por algún libro de la saga lo tenían, todos me decían “ya no los manejamos”…
El horror me invadió enseguida, ¿Qué demonios voy a hacer con una historia a medias?, mi papá (un sabio) me recomendó que lo buscara en internet, lo cual hice y hasta escuche las arpas tocar una melodía cuando me encontré con los libros y los pedí en seguida.
Para acabar pronto, ya estoy a la mitad de “Brisingr” y me preocupa que cuando lo termine las ansias volverán ya que el cuarto libro sale hasta julio y después será otra saga que termino y que me dejara con hambre de más libros. Necesito dejar de cerrar mi mente y pemitir que nuevos libros la invadan libremente.
Me siento triste, otro libro que termina ante mis ojos y mientras sentía el sufrimiento de Glaedr por la pérdida de Oromis, también vi la moción de Eragon por conocer la identidad de su padre… Brom
ResponderEliminarSé que el mundo no es perfecto, pero me molesto ver errores en el libro, en especial al final. Había pasado varios errores por alto como una letra errada, pero confundir repetidamente los nombres de los personajes, eso confunde en sí toda la trama del párrafo. Pero aparte de eso, amo la historia.