Cuando salió, parecía que era de noche, pero era medio día, La tormenta había llegado hasta su puerta, el viento y la lluvia no habían cesado desde hacía 2 días. Ya no le encontraba sentido a su vida, recién había perdido un trabajo que por mucho tiempo pensó que era el trabajo de sus sueños, pero por un simple error, casi había llevado a la empresa a la banca rota y entre ser demanda a ser despedida, prefirió ser despedida. Además de que su novio de los últimos 4 años, la había dejado sin darle alguna explicación, después lo entendió, cuando lo vio besándose con otra chica.
Estuvo a punto de tomar un paraguas borgoña que se encontraba a un lado de la entrada, pero no se sentía con ganas de llevarlo, prefirió dejar que la lluvia la mojara, antes de que algún rayo le diera directo, en algún momento llego a pensar que ese sería uno de los tantos castigos que su mala suerte atraería.
Salió 2 horas antes para tener tiempo de caminar y meditar sobre su vida. Dentro de su gabardina aqua, la cual tenia meses sin usar, llevaba un par de hojas del periódico del domingo en donde tenía varios anuncios dentro de círculos marcados con un marcador purpura. Estuvo tentada a sacar varias veces las hojas del periódico, pero las gotas de lluvia impactaban con tal velocidad, que temía que fueran a borrarse las direcciones que necesitaba.
En cuanto subió al autobús que la llevaría al centro, tubo la libertad de sacar aquellas hojas y releer las direcciones, se sentó junto a la venta, era una de las cosas que más le gustaba, ver el paisaje que la ciudad tenía que mostrarle. Decidió que ese no sería un buen día para entrevistas, con la suerte que tenía, era mejor aceptar el rechazo antes que se lo dijeran en su cara, lo más probable es que le recordaran lo que había sucedido en su trabajo anterior.
Se bajó en una de las calles más concurridas del centro, decidió parar por un café para calentarse un poco antes de regresar a casa, resulto que ya no tenían café en la cafetería de la esquina, pensó que todo se debía a su mala suerte, pero por lo menos obtuvo un chocolate caliente y un panecillo gratis por la falta del café. Cuando salió de la cafetería, un par de ojos, llamaron tanto su atención que no pudo dejar de mirarlos.
Se encontraban en el callejón, pero debido a las nubes negras del cielo, este parecía tan oscuro, que dudo antes de adentrarse en el para llegar hasta donde se encontraban aquellos ojos. Solo los había visto por un instante, pero sentía la necesidad de llegar hasta ellos. Se escuchaban unos sollozos, pero lo único que encontró fue una caja de cartón que estaba a punto de desbaratarse por el agua, se agacho para ver su interior y lo que encontró la sorprendió más de lo que hubiera esperado.
Hey! Ale!
ResponderEliminar:-)
Hey Xhabyra!
ResponderEliminar¿te gusto?, pronto pondré el resto ;)